Ha llegado un nuevo encuentro virtual de Bloggers Chile. Un grupo de blogueros que una vez al mes abordamos un tema en común y cada uno lo desarrolla desde su perspectiva. En esta oportunidad el tópico que escogimos son las adicciones y acá yo les contaré sobre mi adicción a El túnel de Ernesto Sábato.
El libro El túnel tuvo su primera edición en 1948. Pero ha envejecido bien. Cumpliendo ya 68 años la historia podría pasar perfectamente en nuestros tiempos. El túnel es por lejos mi libro favorito y por eso es mi adicción literaria.
El túnel, mi adicción
«Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona».
Así comienza el libro, por lo que nos pone en sobreaviso: habrá un asesinato. Y ya conocemos a la víctima y al victimario. Así, sus 120 páginas nos irán contando cómo ambos protagonistas se conocen y todos los eventos que llevarán al crimen.
Es un libro con personajes bien tristes y pesimistas que de hecho se enmarca dentro del existencialismo. Pero no quiero asustarlos, es muy bueno. Mi favorito. Se pueden hacer muchísimas interpretaciones del libro e imagino que también dependerá del estado de ánimo de cada uno al leerlo.
Además, amo de este libro que tenga capítulos muy cortos, de una, dos o máximo tres páginas. Esto hace que sea mucho más rápido y ágil de leer (al menos para mí).
Mi historia con El túnel
No tengo una historia demasiado especial con este libro. Mi hermana lo tenía y me comentó que era bueno y me decidí a leerlo. No recuerdo qué edad tenía, pero probablemente ella se lo leyó en cuarto medio y yo iba en séptimo. Me bastó leerlo una vez para saber que este era el libro que me llevaría a una isla desierta.
Luego me lo hicieron leer a mí en tercero o cuarto medio y yo ya lo había leído un par de veces. Era la que les contaba a los compañeros sobre la historia y se las interpretaba (a mi modo, claro).
Y tanto fue mi amor por El túnel que comencé a coleccionar ediciones. Ya perdí la cuenta de cuánta veces lo he leído, pero cada vez siento que tomo un libro nuevo, como si olvidara lo que en él sucede. Ya tengo 20 ediciones, la mayoría en español. Pero una vez encontré en la feria una edición en francés por 500 pesos. Mi mamá me lo trajo de Italia y mi pololo de Brasil. Lo busqué en Alemania, pero fue imposible encontrarlo.
¿Por qué me gusta tanto?
Creo que nunca existe una razón única de por qué nos gusta algo. Es un sentimiento, una emoción y conmoción que se provoca al leer el libro. Me gusta que sea de capítulos cortos. Me gusta que sea triste. Me gusta que sea existencialista.
Está bien escrito, la historia me engancha y, lo que a veces temo, me identifica. Nunca he matado a nadie (me confieso, hormigas y moscas sí), pero temo que alguna vez pudiese reaccionar como Juan Pablo Castel. Veo en él algunos rasgos míos.
No quiero contarles todo lo que pasa por si no lo han leído, pero si no lo han hecho no esperen más. Es fácil encontrarlo en ferias de libros usados por $3.000 o en librerías por alrededor de $7.000.
Y si alguien encuentra la primera edición de 1948, editorial Sur, portada negra, me avisa. ¡Lo único que quiero es tenerla!
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2 comentarios
Lai - Asi piensa una mamá · 3 octubre, 2016 a las 11:39 am
a mi creo que me pasa parecido con los libros de mi infancia. No colecciono ediciones pero los guardo y releo. Si tuviera que escoger uno, del que si tengo ediciones, sería el principito. Un libro que me impacto, y eso que lo conocí de adolescente. Y me encanta las lecciones que esconde.
Postmoderna · 3 octubre, 2016 a las 5:55 pm
Pedazo de libro! Yo soy adicta a dos libros. ‘La Náusea’ de Sarte y ‘1984’ de Orwell.