Hoy es común escuchar la palabra «inclusión» en diversos contextos, pero, ¿cuál es su real significado? ¿Cómo sería una sociedad verdaderamente inclusiva? ¿Cuál es la situación de nuestro país en materia de inclusión y discapacidad?
En Diferentes la periodista y directora de Una Escuela Para todos, Claudia Aldana, comparte su experiencia como madre y cuidadora de una niña con síndrome de Down. En estas páginas, la autora invita a valorar la diversidad y su expresión, y describe los desafíos y aprendizajes obtenidos en materia de inclusión y discapacidad.
«La inclusión es un acto de justicia, que permite vivir en una sociedad más democrática. Es un avance en el modelo social, es dejar de creer en la «tolerancia» como un valor y comprender que la diversidad en todas sus formas nos enriquece. Es importante destacar que al hablar de inclusión no hablo solo de las personas con discapacidad —que en Chile, es 1 de cada 5 personas— sino todas las antes mal llamadas minorías y hoy consideradas grupos prioritarios en la Agenda 2030: migrantes, comunidad LGBTIQQ+, personas mayores, equidad de género, personas con discapacidad», explica la autora.
«Todos tenemos una persona con discapacidad en nuestro entorno. Y no se trata de considerarlos «inspiradores», sino desear que tengan acceso a lo mismo que todos nosotros: educación, salud, vida social, vida sexual y afectiva, derecho a desplazarse sin ayuda en una ciudad que comprende la accesibilidad universal», agrega.
En la publicación Claudia comparte su viaje, desde su abrupto e inesperado inicio en el mundo de la discapacidad, hasta hoy, convertida en directora ejecutiva de Una Escuela Para Todos, fundación que surgió en 2019 —a propósito de la discusión del proyecto de ley «Admisión Justa»— y que tiene por objetivo impulsar y asegurar el ingreso a los colegios a las personas con la etiqueta «necesidades educativas especiales». «Hoy tenemos activos dos programas con beneficiarios directos, trabajamos en proyectos de ley, tenemos un área de cultura para desarrollar proyectos que, a través del arte, permitan educar sobre inclusión a la sociedad. Además, podemos decir con orgullo, que hemos empujado un proyecto de ley que avanza rápidamente para terminar con esa injusticia de segregar en las aulas«, detalla la autora.
Diferentes es un verdadero manifiesto que busca instalar la discusión en torno a la inclusión desde una perspectiva de derechos, invitando a los lectores a reflexionar sobre lo que significa ser distintos en una sociedad que tiende a excluir, perdiendo en el proceso valiosas experiencias.
La publicación, escrita en un lenguaje sencillo y directo, incluye una breve guía para poner en práctica el lenguaje inclusivo. «Reuní varios ejemplos, basado en preguntas que recibo al hacer talleres en empresas, en comunidades educativas, y espero poder seguir aportando desde lo que a mí me gusta», comenta la autora. «Detrás de las actualizaciones de lenguaje hay tejidos sistemas de derechos«, menciona. «Es fundamental preguntarse qué pasaría si fuera yo la persona con discapacidad, o la persona de otro grupo prioritario. ¿Cómo quiero que se refieran a mí? Por supuesto que primero por el nombre, pero luego, entender de qué hablo y cómo lo hablo», explica.
«No me preocupa si la RAE está de acuerdo o no: es más urgente que las personas se sientan representadas y respetadas por la forma en que nos dirigimos a ellos. Muchas personas quieren expresarse de la forma adecuada, pero no saben dónde aprender o a quién preguntar», dice Claudia.
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